Resumen:
Las roca metamórficas del Complejo Chuacús, ubicado en la parte central de Guatemala, constituyen uno de
los basamentos más enigmáticos y poco estudiados de todo América Central ya que se encuentra emplazado
entre el límite de la placa Norteamericana y de la placa del Caribe. Por otro lado su relación con las rocas del
sur de México y con los países de Centroamérica sigue siendo hasta la fecha poco entendido y muy discutida.
La zona norte del Complejo Chuacús está compuesto por dos unidades litológicas distintas, una unidad metaígnea
constituida por una secuencia de ortogneises con anfibolitas y una unidad meta-sedimentaria,
constituida por paragneises intercalados con esquistos pelíticos y mármoles.
La estructura interna de este sector del Complejo Chuacús presenta características estructurales similares a lo
largo de todo el Complejo, las cuales están controladas por un evento de deformación sn+1, correspondiente
con una foliación por plano axial, deformación que fue sobreimpuesta por un evento de deformación frágildúctil
el cual llega a originar una foliación milonítica sn+2, esta foliación presenta evidencia de movimiento
lateral izquierdo similar al encontrado en la zona de cizalla de Baja Verapaz. Posteriormente se caracterizó
una evento de deformación de tipo dúctil-frágil, el cual probablemente haya dislocado y/o rotado a las
foliaciones y a las rocas miloníticas.
Estudios petrográficos a detalle, y de microsonda electrónica de las diferentes litologías descritas, muestran
que las rocas se encuentran en facies de anfibolita, con asociaciones de HP, resaltando las anfibolitas con
granate y los esquistos de fengita y paragonita con granate. Tanto la química mineral como las características
texturales, sugieren re-equilibrio (p.e. zoneamiento; pseudomorfismo-reemplazamiento) a una facies de
mayor grado metamórfico. La termobarometría de mutli-equilibrio realizada en anfibolitas con granate
presentes como bandas dentro de gneises indican condiciones de metamorfismo a ~15 [kbar] y ~400 [°C],
correspondiente con mediciones de los núcleos de minerales, y condiciones de ~19 [kbar] y ~540 [°C],
correspondientes con mediciones de los bordes de los minerales, datos consintiente con la evidencia
petrográfica y de química mineral. En contexto con los datos P-T encontrados en la literatura, los resultados
obtenidos sugieren un evento de progresión dentro de un trayectoria metamórfica en sentido horario la cual
alcanza su pico metamórfico a condiciones de ~ 20-23 [kbar] y ~700[°C], registrados dentro de eclogitas.
La naturaleza de los protolitos coincide con los ambientes inferidos dentro de la evolución tectónica del
Caribe. Las rocas anfibolíticas alojadas dentro de la secuencia gnéisica representan rocas máficas con una
firma geoquímica de basaltos toleíticos, similares a los basaltos tipo MORB. Por otro lado los ortogneis
analizados presentan características geoquímicas de rocas calco-alcalinas, similares a los magmas de arcos
volcánicos. Los esquistos de fengita y paragonita con granate representan rocas de origen sedimentario, como
lutitas y limolitas.
La zona norte del Complejo Chuacús corresponde con una porción cortical la cual sufrió una evolución de
metamorfismo Cretácico progrado similar a las otras porciones del Complejo sin llegar a presenciar las mismas
condiciones del pico metamórfico, pero sufriendo una exhumación distinta y/o un trayectoria de retrogresión
diferente impidiendo el desarrollo de fase minerales meta-estables de alta presión tanto en rocas meta-ígneas
como meta-sedimentarias.
Descripción:
Para comprender la estructura interna y la evolución metamórfica del Complejo Chuacús, se estudiaron las
unidades litológicas presentes, analizando sus características estructurales, texturales y paragenéticas. Este
trabajo discute la relación entre las rocas del Bloque Maya (granito Rabinal) y las rocas del Complejo Chuacús,
así como las condiciones de los proceso metamórficos que dieron le origen, para así poder entender su
evolución tectónica.