Resumen:
En más de una ocasión se han visto los estragos que ocasiona el paso de las ondas sísmicas por la Ciudad de México. Desde sismos de subducción ocurriendo en las costas del Pacífico a más de 350 km de distancia, hasta sismos intraplaca cercanos como el del 19 de septiembre de 2017 en Puebla-Morelos, en la Ciudad de México hemos vivido los efectos de estar asentados en una cuenca sedimentaria que amplifica las ondas sísmicas. Por lo anterior, el conocimiento sobre el subsuelo de la Ciudad de México es imprescindible.
Para conocer la estructura sísmica del subsuelo, se obtuvieron funciones de receptor de telesismos en las cuales es posible identificar las fases de las ondas convertidas en las discontinuidades sísmicas del subsuelo. Se utilizaron datos de 64 estaciones sismológicas de banda ancha localizadas en el Valle de México pertenecientes a cinco redes distintas: 33 estaciones corresponden a estaciones temporales colocadas por el Instituto de Ingeniería, UNAM, entre 2017 y 2018; 12 pertenecen al MesoAmerican Subduction Experiment (MASE) realizado entre 2014 y 2015; 21 corresponden a estaciones permanentes de la Red Sísmica del Valle de México (RSVM), una a la Red de Banda Ancha del Servicio Sismológico Nacional (SSN), y finalmente una estación temporal instalada en el Zócalo de la Ciudad de México de junio a julio de 2018.
En las funciones de receptor se identificaron las ondas convertidas Ps correspondientes a la discontinuidad de Mohorövicic bajo la Ciudad de México. Además, se encontraron discontinuidades sísmicas a diferentes profundidades en la corteza e importantes variaciones azimutales en estaciones individuales. También, se identificaron las trayectorias de los eventos que cruzaron por capas someras de muy baja velocidad, de aquellas que no, pudiendo diferenciar la presencia de sedimentos del lago.