Resumen:
Como se sabe, el aluminio es utilizado con frecuencia en estructuras expuestas al medio ambiente, esto es porque su proceso de degradación electroquímica genera una capa de óxido que lo protege. Cuando el aluminio se expone a un ambiente acuoso no es posible que esta capa de óxido se genere por lo que el aluminio se deteriora. Para evitar que el aluminio se corroa, se le puede añadir una capa protectora (recubrimiento). De esto trata este trabajo, añadir un recubrimiento (niquelado) a un sustrato (aluminio) y evaluarlo.
El proceso para recubrir las probetas de aluminio consistió en dos etapas. Para la primera etapa se requería convertir la superficie a recubrir en una superficie catalíticamente activa, esto se logró por medio de un zincado. La segunda y última etapa fue realizar la deposición en el baño de níquel (niquelado).
Para caracterizar el recubrimiento se realizó un análisis de composición para asegurar que se tuviera un depósito níquel-fósforo (Ni-P), se visualizaron zonas importantes y se midió el espesor por medio del microscopio óptico haciendo una comparación con el microscopio electrónico de barrido; se midió la fuerza de adherencia del recubrimiento y se realizó un análisis de Espectroscopía de Impedancia Electroquímica (EIS).