Resumen:
Como “costos de no calidad”, se pueden interpretar las erogaciones, la falta de posibles ingresos o la pérdida de ingresos reales, en que incurre una organización por hacer “mal” las cosas.
Otras definiciones afirman que el “costo de no calidad” es aquel que se genera como resultado de producir material defectuoso. Este costo incluye el esfuerzo de cerrar la brecha entre lo que generan los procesos de producción y lo que los clientes necesitan y desean. También incluye el costo de oportunidad relativo a la pérdida de recursos usados en rectificar los defectos. Estos costos incluyen la mano de obra, el retrabajo y el material que habrá de ser añadido después de ser rechazado. En ambos casos el costo de la no calidad no incluye los costos de las medidas preventivas.