Resumen:
Las Bombas de Calor Geotérmico (BCG) surgen como una alternativa para reducir las emisiones de carbono generadas por los sistemas convencionales para el acondicionamiento de espacios. Estos elementos permiten transferir el calor del suelo a una edificación o viceversa, a través de un sistema cíclico. A pesar de sus múltiples ventajas, la implementación de los sistemas a base de BCG se ha visto restringida debido a sus altos costos iniciales y la falta de especificaciones a nivel internacional para su diseño. Así, la sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés) propuso una metodología para calcular la longitud requerida para satisfacer la demanda de energía de la edificación. Para implementar el método de la ASHRAE es necesario considerar la temperatura de penalización, la cual representa la penalización a largo plazo de la temperatura del suelo causada por desequilibrios en la transferencia de calor del/al suelo. Algunos autores han analizado la temperatura de penalización y su comportamiento a largo plazo con distintos modelos analíticos. Se ha demostrado que la temperatura de penalización determinada con el método de la ASHRAE subestima los valores reales más del 50%.