Política pública petrolera. Disyuntivas sobre la competitividad del sector petrolero de México

Abstract

Existen algunos factores internos de los países que influyen directa o indirectamente en la competitividad internacional de sus respectivas industrias petroleras, se presentan algunas disyuntivas para llamar la atención del lector hacia una política energética, en términos de contenido nacional, que sea eficiente considerando beneficios y áreas de oportunidad para ambos, el gobierno y la industria privada.

Después de una revisión exhaustiva de las condiciones en las que se encuentra México a nivel mundial, y algunos documentos oficiales sobre la legislación petrolera, se considera que es a través de las políticas públicas y, más específicamente, de las cláusulas de contenido nacional que se puede aprovechar al máximo las actividades petroleras para que aumente la competitividad nacional en este rubro. Encontrar un balance en los porcentajes solicitados de contenido nacional a cumplir en cada licitación de campos petroleros es un punto clave para el desarrollo económico general y la revigorización de la industria petrolera y las relacionadas. Este es uno de los temas de actualidad de mayor interés para difundir en la población y los tomadores de decisiones y así mejorar, optimizar y convencer sobre la necesidad de emprendimiento de una campaña generalizada de creación de empleo y de apoyo al desarrollo.

Se considera que los beneficios de la extracción de hidrocarburos no se limitan a los ingresos obtenidos de su compra-venta y de la renta de los campos licitados. Estos beneficios pueden incrementar directamente si la competitividad y la apreciación del sector petrolero a nivel nacional e internacional es positiva. El contenido nacional puede entenderse como la vía para que los distintos concursantes en cada ronda de licitación consideren la inclusión de empresas mexicanas como proveedores de la industria petrolera, así como la generación de empleos para mexicanos en cualquiera de los mercados relacionados. Brasil, un país comparable con México y con mayor experiencia en cuanto a su reforma energética y a la variación de sus porcentajes de contenido nacional, puede servir como la base para futuras propuestas dentro de las licitaciones mexicanas con el fin de aumentar el desarrollo y, así, aprovechar al máximo los beneficios provenientes de la industria petrolera.