Resumen:
El sismo del 19 de septiembre del 2017 de magnitud (Mw7.1) ocurrió a 120 km de
distancia de la Ciudad de México. La mayoría de daños se produjo a lo largo de una franja
que comprende las zonas de transición y de lago, donde el periodo de vibrar del suelo es
alrededor de 1.5 s. En este trabajo se analizan los registros de la Red Acelerométrica de la
Ciudad de México a n de comprender el comportamiento del campo de ondas a lo largo
de esa franja, y explorar la contribución de la estructura irregular de la cuenca del Valle de
México. El análisis consistió en identi car el predominio y características de propagación de
ondas super ciales mediante: a) la polarización del movimiento registrado en cada una de las
estaciones, y b) el uso del espectro f-k en arreglos de estaciones. En periodos comprendidos
entre 6 y 12 s se observan ondas perfectamente polarizadas que provienen del epicentro. En
periodos alrededor de 5 s se observan ondas que provienen de otra dirección con velocidades
de fase entre 1 y 2 km/s. La propagación de estas ondas se pueden asociar a la estructura
vulcano sedimentaria de la cuenca (0.5 a 1 km de profundidad). Para periodos menores a
5 s es imposible identi car trenes de onda coherentes entre los arreglos de estaciones, y las
características de polarización no identi can el tipo de onda dominante en la parte intensa del
registro. La coda de los registros es un caso particular, pues entre 1.5 y 3 s se observan ondas
polarizadas tipo Rayleigh que contribuyen a la duración de los registros, pero que no siguen
una dirección preferencial de propagación. Resultados similares se obtiene del análisis de los
registros de los sismos del 18 de abril del 2014 (Mw 7.2) y del 8 de septiembre del 2017 (Mw
8.1). Sin embargo, para el sismo del 18 de abril del 2014, con una dirección preferencial NS,
no se observa alguna desviación del campo de ondas con respecto a la dirección epicentral.Los
resultados de esta tesis sugieren un campo de ondas secundario generado dentro de la cuenca,
el cual contiene arribos energéticos que contribuyen al movimiento violento registrado en la
Ciudad de México.
Descripción:
El sismo del 19 de septiembre del 2017 de magnitud (Mw7.1) ocurrió a 120 km de
distancia de la Ciudad de México. La mayoría de daños se produjo a lo largo de una franja
que comprende las zonas de transición y de lago, donde el periodo de vibrar del suelo es
alrededor de 1.5 s. En este trabajo se analizan los registros de la Red Acelerométrica de la
Ciudad de México a n de comprender el comportamiento del campo de ondas a lo largo
de esa franja, y explorar la contribución de la estructura irregular de la cuenca del Valle de
México. El análisis consistió en identi car el predominio y características de propagación de
ondas super ciales mediante: a) la polarización del movimiento registrado en cada una de las
estaciones, y b) el uso del espectro f-k en arreglos de estaciones. En periodos comprendidos
entre 6 y 12 s se observan ondas perfectamente polarizadas que provienen del epicentro. En
periodos alrededor de 5 s se observan ondas que provienen de otra dirección con velocidades
de fase entre 1 y 2 km/s. La propagación de estas ondas se pueden asociar a la estructura
vulcano sedimentaria de la cuenca (0.5 a 1 km de profundidad). Para periodos menores a
5 s es imposible identi car trenes de onda coherentes entre los arreglos de estaciones, y las
características de polarización no identi can el tipo de onda dominante en la parte intensa del
registro. La coda de los registros es un caso particular, pues entre 1.5 y 3 s se observan ondas
polarizadas tipo Rayleigh que contribuyen a la duración de los registros, pero que no siguen
una dirección preferencial de propagación. Resultados similares se obtiene del análisis de los
registros de los sismos del 18 de abril del 2014 (Mw 7.2) y del 8 de septiembre del 2017 (Mw
8.1). Sin embargo, para el sismo del 18 de abril del 2014, con una dirección preferencial NS,
no se observa alguna desviación del campo de ondas con respecto a la dirección epicentral.Los
resultados de esta tesis sugieren un campo de ondas secundario generado dentro de la cuenca,
el cual contiene arribos energéticos que contribuyen al movimiento violento registrado en la
Ciudad de México.