Resumen:
El empleo de vapor como fuerza motriz se remota a muchos años atrás, los primeros registros con que se cuenta datan del siglo I A.C. Sin embargo estos fueron intentos aislados, no siendo hasta principios del siglo XVIII cuando se inicia formalmente la utilización del vapor en forma generalizada. Las primeras calderas que se emplearon fueron las de tipo tetera (Shell).