Resumen:
Ninguna facultad intelectual es tan importante como la memoria. Esta dirige nuestro comportamiento y nos permite efectuar reacciones adaptadas a eso que reconocemos como nuestro medio ambiente. Es ella la que mantiene la unidad de nuestra personalidad. El yo, y lo sitúa en el pasado. Ella nos permite adquirir conocimientos, fuente de comportamiento o conducta de nuestra especie hominal.