Resumen:
La comercialización de algunos productos para mejorar algunas de las cualidades del concreto data de 1910, se trataba de hidrófobos, de acelerantes del fraguado o de hidrófugos-aceleradores del fraguado, que se añadían a los concretos destinados a la fabricación de depósitos de agua, tuberías, piscinas, etc.; así como la confección de morteros destinados a la reparación de obras subterráneas de mampostería cuyas juntas se hubiesen deteriorado, entre las causas se puede citar los trabajos de cinco túneles de la línea de San Gotardo.