Resumen:
Por lo que hace a los factores estructurales, puede señalarse que en los siglos XVIII y XIX la abundancia y el bajo precio de la energía en ciertas regiones (como por ejemplo la existencia de carbón o de caídas de agua) fueron factores determinantes para la localización de algunas industrias cerca de las fuentes de aprovisionamiento energético; esto resulta especialmente evidente en la industria siderúrgica, localizada en las regiones carboníferas. Posteriormente la disminución de los costos de transporte de los energéticos y la elevación de los rendimientos en la utilización de energía, han reducido el papel, jugado por las fuentes de energía como factor de localización industrial.