Resumen:
Los métodos de riego existentes, fuera del caso particular, que presenta el arroz para el cual se mantiene inundado el campo, se basan en realizar estos a intervalos regulares y diferentes según cultivos así como terrenos. Es decir, se busca con los riegos realizados como se indica, satisfacer de un modo discontinuo, unas necesidades continúas en agua de los cultivos. De la forma expuesta, el número de riegos que se dan al mes se obtiene dividiendo las necesidades de agua mensuales por las dosis de riego que admite el terreno. Ahora bien, esta norma presenta el inconveniente con una dosis de riego, fija que no se amolda a las condiciones del desarrollo vegetativo estacional de los cultivos, de acuerdo con el de su zona radicular, produciéndose por tanto pérdidas de agua.