Resumen:
No es preciso ser un literato para tener necesidad de escribir bien. La actividad moderna de cualquier índole nos obliga a dominar la expresión escrita, como documentos de documentación en el campo de relaciones. Seamos dominadores de este tipo de comunicación; obliguémonos a conocer los principios básicos de la gramática, tomemos modelos de buenos escritores y redactores y ubiquémonos en el justo lugar de nuestra propia actividad profesional.