Resumen:
Se afirma y es veradad indiscutible, que “el arte de hablar” o de escribir es el "arte de persuadir”. Pero para que esto sea una realidad en nosotros debemos preocuparnos con devoción, por ir haciéndonos de una caudal lingüístico, es decir, de un vocabulario cada vez más rico; pues quien posee más monedas, podrá comprar más objetos; en otras palabras, quien disponga de más voces o vocablos estará en ventaja, sobre quienes son propietarios de un reducido número de palabras. Quién disponga de este acervo y pueda manejarlo, podrá utilizar, en el momento oportuno, la palabra precisa, connotativa, sugestiva y pintadora de imágenes.