Resumen:
El hombre necesita manifestar sus emociones para relacionarse adecuadamente en sociedad, pero es necesario establecer unas reglas que permitan la expresión de éstas emociones de tal manera que no afecte a los demás de manera negativa. Esta necesaria regulación se establece en base a valores fundamentales y compartidos por toda la comunidad y se va modificando conforme las circunstancias humanas cambian y se va adaptando al colectivo.
El “modo de ser” ético de cualquier persona se construye de manera cotidiana, cuando se entra en relación con el otro, es la acción reiterada, continua, vital que da identidad. El actuar moral se moldea en los espacios donde convive con los demás. Con esa “forma de ser”, que podemos denominar cualidad moral, yo moral, se participa del mundo social todos los días.