Resumen:
El desarrollo de las habilidades comunicacionales empieza a través del trabajo exhaustivo de nuestro diálogo interno, para así fortalecer el diálogo externo. Aprender a conocer y aplicar las técnicas que servirán para garantizar una buena comunicación humana genera un sentido de satisfacción y eleva la autoestima, evitando los riesgos de la frustración constante y la agresividad no intencional.
Todo ello redundará sin duda, en mejores relaciones de equipo y se traducirá en una mayor capacidad negociadora y por tanto, en mayor rendimiento y productividad, convirtiéndose el equipo de trabajo en equipo de alta calidad comunicacional, lo que incide en las nuevas tendencias mercantiles de “calidad total”.