Resumen:
El trabajo desempeñado por las mujeres ha tenido una importancia vital desde la prehistoria, aunque su contribución a la economía ha variado según la estructura, las necesidades, las costumbres y los valores sociales. En la prehistoria, las mujeres y los hombres participaban a partes iguales en la caza y en la búsqueda de los alimentos. Cuando se desarrollaron las comunidades agrícolas, y por lo tanto el surgimiento de los asentamientos humanos, el trabajo de la mujer quedó relegado a las tareas del hogar. A medida que se fueron desarrollando los centros urbanos, las mujeres vendían o intercambiaban bienes en los mercados.
Desde la antigüedad hasta la era moderna, se pueden establecer cuatro rasgos más o menos constantes acerca del trabajo remunerado de las mujeres:
1) Las mujeres han trabajado por necesidad económica; las mujeres de menor nivel económico trabajaban fuera de casa, ya sea que estuvieran casadas o solteras
2) El trabajo remunerado de las mujeres ha sido análogo a sus labores en el hogar
3) Aun trabajando, las mujeres han seguido responsabilizándose de la crianza de los hijos
4) Desde el punto de vista histórico, la remuneración percibida por las mujeres ha sido inferior a las de los hombres, y han desempeñado tareas que recibían menor reconocimiento material y social
Durante nuestro programa analizaremos diversos fenómenos pero sobre todo aquellas áreas de oportunidad que ni siquiera habíamos considerado por el simple hecho de que pareciera que las oportunidades de desarrollo solamente pertenecen al género masculino, estas y otras situaciones son vistas desde una perspectiva a favor de la mujer no en su contra.