Resumen:
Se considera como un recipiente a presión cualquier vasija cerrada que sea capaz de almacenar un fluido a presión manométrica, ya sea presión interna o vacío, independientemente de su forma y dimensiones. Los diferentes tipos de recipientes a presión que existen se clasifican por su uso: de almacenamiento y de proceso y por su forma: en cilíndricos y esféricos y éstos a su vez en horizontales y verticales.
Las pruebas no destructivas son métodos de inspección que se basan en la aplicación de métodos físicos indirectos. Principalmente se emplean para la detección y evaluación de discontinuidades superficiales y subsuperficiales de los materiales, sin alterar o afectar su utilidad.