Resumen:
Las ventajas que se obtienen de la planeación y el control de la producción son muchas, empezando por el consumidor, quien se beneficiará por la mayor productividad industrial, por el mayor valor de los bienes y servicios que adquiere, y por la entrega oportuna de los mismos, por otra parte, el obrero se beneficia por los salarios adecuados, por la mayor estabilidad del empleo, por las mejores condiciones del trabajo y la creciente satisfacción personal en él. El inversionista se beneficia por una mayor seguridad de sus inversiones y por la seguridad de un rendimiento adecuado. Por su parte el proveedor se beneficia por una cooperación más inteligente del cliente, por la eficiencia de la intercomunicación y por la confianza mutua que se establece y fomenta. La comunidad se beneficia por la mayor estabilidad económica y social, y por el orgullo y la satisfacción de una ciudadanía que se siente mejor servida y con industrias cada vez más sólidas y eficientes. Por último, la nación en general se beneficia por la prosperidad y la seguridad que reporta al país el progreso de las industrias, los servicios que prestan y el papel que desempeñan como aplicación de las aspiraciones y habilidades constructivas de la población.