Resumen:
Estamos en una etapa que creemos que es el comienzo de una revolución conceptual en las organizaciones educativas y empresariales. Durante décadas hemos admirado a aquellos que consideramos brillantes intelectualmente, que pueden resolver problemas matemáticos complicados, con gran capacidad de abstracción racional. Nuestra admiración está dirigida a las capacidades cognitivas del cerebro.