Resumen:
Muchas plantas no funcionan por fallas de diseño, porque se seleccionó mal el proceso por la tecnología seleccionada; la mayoría se diseñaron y construyeron sin conocimiento de la calidad del agua.
Es conveniente mencionar que la planta potabilizadora es una parte complementaria del sistema de abastecimiento y, que como tal, sujeta a la planeación y a los planes maestros establecidos para el sistema. Muchas veces la fuente superficial y su potabilizadora son para complementar el caudal que se requiere en el sistema, que ya cuenta con otras fuentes en explotación (generalmente subterráneas), y la planeación de las demandas en espacio y tiempo nos definen la ubicación zonal y los caudales a suministrar con la instalación. Solo en casos muy contados y especiales es la potabilizadora el motivo principal que manda la ejecución de los estudios de tamaño, demandas, etc., aunque esta sea una información indispensable para la modulación y la planeación económica-financiera de la obra.
De lo anterior se deduce que el proyecto ejecutivo, final de una planta potabilizadora, debe estar antecedido de estudios preliminares que nos determina la necesidad y la factibilidad técnica y económica de la instalación, y ya define capacidad, localización, fuente de abastecimiento e incluso, fuentes de tratamiento e incluso, procesos y trenes de tratamiento.