Resumen:
Es sabido que los valuadores, al ser personas que poseen una variedad de conocimientos respecto del comportamiento de los mercados inmobiliarios, en ciertos momentos se convierten de simples medidores de los deseos y comportamientos predominantes en los mercados de los bienes y/o servicios, en “asesores” o “analistas” de operaciones de tipo económico e incluso de aspectos financieros que los inversionistas desean conocer; razón por la que deben identificar y señalar las conveniencias e ineficiencias existentes como común denominador en las operaciones que pueden ser del campo jurídico, ético o bien operativo. En resumen, el avalúo practicado por un perito independiente implica la determinación del valor de reposición de los activos fijos mediante un estudio técnico, que debe proporcionar por lo menos, la siguiente información: a) el valor neto de reposición, como una estimación del costo en que incurriría la empresa para adquirir en el momento actual un activo nuevo semejante. b) El valor neto de reposición, como la diferencia entre el valor de reposición nuevo y el demérito provocado principalmente por el uso y la obsolescencia.