Resumen:
En la sociedad en la que vivimos, todo se transforma rápidamente. El entorno evoluciona constantemente y todo lo que hoy es nuevo, mañana probablemente haya envejecido. El entorno institucional, se ve sujeto a cambios internos y externos, esto como resultado de una economía abierta, y de los avances tecnológicos en los que nos hemos visto inmersos en el siglo XX y XXI.
El directivo del S.XXI, deberá ser el responsable de promover el cambio en su organización o unidad de negocio de la que sea responsable. Tiene como reto personal desarrollar las siguientes capacidades:
-La de percibir el cambio y prepararse para el mismo;
-Tener una visión clara de lo que pretende lograr y los objetivos a conseguir;
-Ha de ser proactivo y anticiparse a los cambios del entorno y del sector o mercado concreto al que pertenezca;
-Tener autoridad y poder de persuasión para influir en los demás y poder dirigirles en una dirección u otra ; y
-Realizar una labor de seguimiento y supervisión, con el fin de desarrollar las potencialidades de cada miembro del equipo del cual es responsable.
El éxito institucional viene determinado además de una buena gestión financiera y económica, por una gestión adecuada de los recursos humanos o de personas que trabajan en ella. Dirigir una institución, es más bien la acción de “crear” y de “saber canalizar” los cambios que vamos teniendo, con los recursos que disponemos, y que conocemos, mediante el cual es posible favorecer determinadas competencias como son la iniciativa, la autonomía, la responsabilidad, la capacidad de tomar decisiones, y la facilidad de relación o trabajo en equipo. Por lo tanto, el enfoque en la Administración de Recursos Humanos en las instituciones ha ido cambiando en este último siglo de una forma significativa. Son instituciones en movimiento constante, y existen algunas claves de éxito en la administración de sus Recursos Humanos algunas de ellas se tratarán de una manera breve pero representativa en el presente curso.