Resumen:
La contaminación de acuíferos con hidrocarburos es un problema que se ha vuelto común en nuestros días, debido principalmente al extensivo uso de los combustibles derivados del petróleo, los cuales se manejan y consumen a todo lo largo del país. Entre los combustibles destilados del petróleo más comunes, se encuentran gasolina, kerosina o queroseno, turbosina, diésel, gasóleo y combustóleo.
La química de los hidrocarburos es bien conocida, sin embargo, su estudio como contaminantes de suelo y agua subterránea se ha desarrollado hasta las últimas décadas. Una de las técnicas más útiles durante la prospección de sitios contaminados es el análisis mediante cromatografía. A partir de ello es posible identificar el tipo de combustibles presentes y cuantificar algunos de sus componentes específicos más importantes, esto constituye una valiosa herramienta en la definición de la fuente de contaminación y en la determinación del grado de toxicidad y riesgo a la salud.