Resumen:
De acuerdo con la realidad que se vive en la mayoría de las localidades del país, gran parte de la disposición final de los residuos sólidos municipales tienen lugar en los llamados tiraderos a cielo abierto, los cuales constituyen una importante fuente de contaminación ambiental y a la salud pública.
Por tal motivo, los procesos para rehabilitar sitios de disposición final no controlada, con el fin de que reinicien trabajos bajo esquemas de operación programada y vigilancia, son de gran importancia debido al punto de la curva de aprendizaje en que se encuentran los encargados de los servicios de limpia en los municipios en lo relacionado al manejo adecuado de los residuos sólidos.
La clausura y saneamiento ambiental de los sitios que se encuentran en operación pero que han llegado a los límites de vida útil o que están en situaciones inadecuadas para rehabilitarlos, constituye el último paso del ciclo de vida de los residuos sólidos municipales. Sin embrago, esta etapa es la que representa la continuidad en el que los aspectos de monitoreo, mantenimiento y control son fundamentales para garantizar las medidas sanitarias básicas a largo plazo.
Antes de rehabilitar, clausura y/o sanear un sitio de disposición inadecuada (tiradero), se debe tener un buen diagnóstico en lo referente al tipo de basura arrojada, los riesgos potenciales y posibles emisiones al ambiente. Una correcta toma de decisiones está basada en este diagnóstico, además de que es el punto de partida para la planeación de acciones tendientes a mitigar los riesgos ambientales y a la salud.