Resumen:
La supervisión debiera iniciarse desde la planeación de un proyecto y su integración, a través de la primera evaluación económica del anteproyecto, para con ello definir los puntos de control más importantes.
No obstante la importantísima función de la supervisión, en ocasiones ha derivado en tipos no deseables y que conviene mencionar, para fincar las bases de una buena supervisión.
Supervisión Justificativa: Este tipo de supervisión pretende únicamente la recopilación de argumentos (de preferencia escritos) que permita justificarse ante el cliente sin importar la obra.
Supervisión Policial: Este tipo de supervisión, menos deseable aún que la anterior, considera que su misión es detectar fallas de todas las partes y aplicar sanciones, bajo esta idea, los enemigos se enfrentan siempre en perjuicio de la obra.
En base a los defectos anteriores, creemos estar en la posibilidad de definir el concepto real de la supervisión, como:
Supervisión Integrada: En este tipo de supervisión el proyectista, el contratista y la asesora en conjunto, buscan la conclusión de la obra en los términos definidos en la planeación.