Resumen:
Los países industrializados se percataron de la fragilidad de su sistema y del importante papel que juega el petróleo en las sociedades modernas. Repentinamente, bajo etas condiciones, estos países toman conciencia de su vulnerabilidad energética y de la necesidad de hacer más eficientes sus unidades usuarias de energía, sucediéndose cambios y transformaciones en los hábitos de consumo.
Los cambios más importantes se dieron al lado de la demanda, los países desarrollados impulsaron la implantación de políticas y programas de ahorro, uso eficiente y conservación de energía. El uso de alternativas tecnológicas, alternativas energéticas y el aprovechamiento de todos los recursos locales, incluso las energías alternas y renovables, favorecieron un balance energético mundial con tendencia a la baja en un 0.3% anual global; en tanto que en los países industrializados, este valor alcanzó el 3% en promedio anual. Esa tendencia en los países desarrollados, fue provocada por una serie de nuevas tecnologías más eficientes, programas estructurados de gestión energética y sobre todo una concientización total de la población. Es un hecho comprobado que los resultados más espectaculares de disminución en las facturas energéticas fueron logrados gracias al comportamiento humano. La concientización juega un papel determinante en el éxito de cualquier programa que se emprenda.
En el período 1970-1980, mientras que en los países industrializados, se observaban tendencias de crecimiento, en México el consumo nacional total de energía creció 9.4% en promedio anual, mientras que el PIB se incrementaba solo en 6.7%. Las elevadas tasas de crecimiento de la demanda eléctrica hacen que, de continuar tal cuales, en el año 2000, se requiera de una capacidad instalada del doble de la actual.
En los últimos 5 años el panorama del uso eficiente de la energía ha cambiado radicalmente y tomando un ritmo vertiginoso; cada vez son más las empresas tanto privadas como públicas que empiezan a interesarse en la aplicación de medidas correctivas para usarla mejor; sus organismos empresariales cúpula han tomado la iniciativa e impelen actuar en pro del uso racional de los energéticos.
No obstante los resultados medibles alcanzados hasta ahora no son espectaculares y se reiteran cotidianamente una serie de factores limitantes que aletargan el cabal desarrollo de una estructura de consumo de energía más eficiente.