Descripción:
El gas licuado de petróleo (L.P.) es un combustible esencial para la vida de los mexicanos. En la mayoría de los hogares se utiliza para preparar y calentar alimentos, agua y otros usos. Debido a su valor calorífico relativamente elevado, alta portabilidad y eficiencia medioambiental relativa (bajas emisiones de CO2 en comparación con otros combustibles fósiles), muchos países del mundo, especialmente las economías en desarrollo como México, han optado por utilizar gas licuado de petróleo a gran escala, en lugar de otro combustible para uso doméstico. En este trabajo se plantea la necesidad de gestionar la información publicada en el diario oficial de la federación en materia de gas LP, para sintetizar todos los requerimientos necesarios ante la SENER, ASEA, CRE, para la distribución de este combustible desde una planta de distribución de gas L.P. Una planta de gas LP es una estación de almacenamiento, distribución y suministro de gas. Su operación es relativamente sencilla, puesto que las operaciones que se llevan a cabo son exclusivamente la recepción del gas, almacenamiento y trasiego a cilindros portátiles. En estas instalaciones, no existen procesos de transformación de materias primas, productos o subproductos, ya que el gas LP sólo pasa de un recipiente a otro. Las normas vigentes se actualizan constantemente e incorporan los requisitos y especificaciones de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente con los que deben cumplir los regulados que lleven a cabo la actividad de distribución de gas LP a través de una planta de distribución durante las etapas de desarrollo o ciclo de vida de la actividad; así como adecuar y armonizar el marco jurídico, título, objetivo, alcance, contenido, nuevas tecnologías, pruebas, procedimientos, materiales, términos y definiciones de la norma con el nuevo marco legal y las disposiciones nacionales vigentes, adoptar las mejores prácticas que resulten aplicables, y actualizar los criterios de evaluación de la conformidad y vigilancia de la norma, todo ello en el marco de su revisión quinquenal. Si bien, la sustitución de combustible fósil por energías limpias y renovables para la generación de energía debe ser un compromiso adoptado por la sociedad, el sector público y privado en México, la transición tomará varios años más y el uso de combustibles fósiles seguirá vigente en México. Dentro de los combustibles fósiles, el uso de gas natural y gas LP son los menos dañinos al ambiente, ya que su combustión genera muy bajos niveles de CO2, casi despreciables, por esta razón, es la opción más viable dentro del mercado presente y futuro.
En este trabajo se plantea la necesidad de gestionar la información publicada en el diario oficial de la federación en materia de gas LP, para sintetizar todos los requerimientos necesarios ante la SENER, ASEA, CRE, para la distribución de este combustible desde una planta de distribución de gas L.P. Una planta de gas LP es una estación de almacenamiento, distribución y suministro de gas. Su operación es relativamente sencilla, puesto que las operaciones que se llevan a cabo son exclusivamente la recepción del gas, almacenamiento y trasiego a cilindros portátiles. En estas instalaciones, no existen procesos de transformación de materias primas, productos o subproductos, ya que el gas LP sólo pasa de un recipiente a otro.
Las normas vigentes se actualizan constantemente e incorporan los requisitos y especificaciones de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente con los que deben cumplir los regulados que lleven a cabo la actividad de distribución de gas LP a través de una planta de distribución durante las etapas de desarrollo o ciclo de vida de la actividad; así como adecuar y armonizar el marco jurídico, título, objetivo, alcance, contenido, nuevas tecnologías, pruebas, procedimientos, materiales, términos y definiciones de la norma con el nuevo marco legal y las disposiciones nacionales vigentes, adoptar las mejores prácticas que resulten aplicables, y actualizar los criterios de evaluación de la conformidad y vigilancia de la norma, todo ello en el marco de su revisión quinquenal.
Si bien, la sustitución de combustible fósil por energías limpias y renovables para la generación de energía debe ser un compromiso adoptado por la sociedad, el sector público y privado en México, la transición tomará varios años más y el uso de combustibles fósiles seguirá vigente en México. Dentro de los combustibles fósiles, el uso de gas natural y gas LP son los menos dañinos al ambiente, ya que su combustión genera muy bajos niveles de CO2, casi despreciables, por esta razón, es la opción más viable dentro del mercado presente y futuro.